Las experiencias del Diálogo Informado en Nicaragua

Especialistas profundizaron y dialogaron acerca del Método Fónico, Analítico, Sintético (FAS) para la enseñanza de la lectoescritura inicial (LEI). Durante las sesiones, tuvieron la oportunidad de ampliar sus voces, conocieron las perspectivas de las comunidades y analizaron las intervenciones con un método usado para formar a varias generaciones de niños y niñas nicaragüenses. ¿Cómo sucedió y cuáles fueron las experiencias?

 

Un espacio de discusión

 

El Programa de Capacidades LAC Reads (PCLR), el Centro de Investigación y Acción Educativa Social (CIASES) y la Universidad Centroamericana (UCA) organizaron un Diálogo Informado centrado en una investigación sobre el Método FAS. Este método aplicado en Nicaragua desde 2015 se enfoca más en el desarrollo de habilidades ligadas al reconocimiento de palabras y el código alfabético.

 

La metodología del Diálogo Informado es un proceso en el que los actores claves desarrollan una comprensión conjunta de datos cualitativos y cuantitativos para, mediante votación, determinar conclusiones y prioridades. A su vez, esta metodología permite aprender cómo se analizan los datos de una investigación.

 

Con este evento virtual, se buscó facilitar la discusión reflexiva de evidencia mediante la interpretación colaborativa de datos. Para ello, se escogieron cuatro reportes del Método FAS que fueron revisados por 17 participantes de diversas organizaciones del sector educativo, durante el taller que se dividió en dos jornadas de cuatro horas.

 

El encuentro requirió de preparación para definir participantes, metodología, recursos, agendas, informes de datos y herramientas. Además, se escogieron facilitadores(as) que ayudaron a registrar y organizar los hallazgos identificados usando una pizarra digital, que sirvió para comunicar los resultados y llegar a un plan de acción conjunto.

 

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Dos días de aprendizaje 

 

Después de la presentación de la metodología se dividieron en grupos pequeños, para leer reportes con fuentes de datos obtenidos a partir de una investigación: entrevistas, observaciones de aulas, pruebas y mapeo. Los temas guías de este proceso fueron:

 

1. Capacitación docente
2. Currículum
3. Instrucción/Enseñanza
4. Aprendizaje de los estudiantes
5. Materiales y recursos

 

Sonia Morín, Máster en Sociología y docente universitaria, quien es investigadora del Centro de Investigación y Acción Educativa Social (CIASES) considera pertinente el análisis sistemático de la aplicación del Método FAS y sus resultados iniciales: “Es importante conocer cuáles han sido las fortalezas de este método para potenciarlas, además de sus desafíos y áreas de mejora. Todo método admite mejoras para asegurar que responde a las necesidades y condiciones del grupo al que se dirige”, señaló.

 

Martha Lidia Padilla es maestra de educación primaria, ejerció la docencia durante 18 años en aulas multigrado. Desde hace 23 años trabaja en la animación de lectura y prevención de violencia desde el Centro de Servicios Educativos en Salud y Medio Ambiente (CESESMA). Actualmente es Coordinadora de proyectos de educación de este organismo.

 

Padilla cree que conectar a una diversidad de expertos(as) procedentes de organismos no gubernamentales, escuelas públicas y privadas e investigadores(as) con la metodología del Diálogo Informado fue acertado porque “se valoró la experiencia y el aporte único de cada actor, como una oportunidad para construir alternativas en conjunto”.

 

Los y las facilitadores(as) de cada grupo guiaron a los y las participantes en su trabajo con el reporte asignado. En el proceso de identificación de hallazgos se debía escanear para familiarizarse con el contenido, resaltar información pertinente, registrar hallazgos y revisarlo en grupo.

 

Meyling González es una docente que ha enseñado primaria por 18 años y preescolar por 7 años. Desde 2002 trabaja con Fundación Pantaleón en una comunidad rural en Chinandega.

 

González opina que “la selección de contenidos fue medular para el análisis de la aplicación del Método FAS en Nicaragua. Me parece excelente el análisis de cada temática usando la tecnología y trabajando en equipos pequeños, guiados por un coordinador con dominio para desarrollar cada tema asignado. Esto ayudó a que las agendas se ajustaran al tiempo”.

 

 

Dialogando desde la reflexión y el compromiso 

 

Después del trabajo en equipo se desarrolló una ronda de discusión. Los y las participantes compartieron sus hallazgos y se asignó a un tema de la guía.

 

“A la luz de los datos pudimos discutir cuáles eran esos conocimientos, qué tan familiarizados estábamos, qué tanto dominio hay del método. Para los y las docentes era una excelente oportunidad de reflexionar sobre la propia práctica y a partir de esa reflexión poder reconocerse como agentes de cambio para la mejora continua”, apuntó Morín.

 

Evidencias convertidas en hallazgos

 

Los y las participantes empezaron el segundo día con una mirada orientada hacia la evidencia. En esta sesión terminaron la interpretación colaborativa de datos: desarrollo de hallazgos claves y priorización.

 

Un hallazgo clave es una idea que representa una práctica positiva o un desafío relevante para uno o varios de los temas guía. Este debe estar respaldado por datos sólidos, soportarse por sí mismo y expresarse en una frase completa en un lenguaje comprensible. No deben describir una necesidad ni ofrecer una solución.

 

“La evidencia nos mostró que, si bien hay personas capacitadas en este método, hace falta fortalecer los procesos de formación de los docentes para asegurarse que hay un completo dominio. Además, mejorar los procesos de supervisión y de evaluación para garantizar que se está aplicando correctamente y poder oportunamente hacer mejoras”, compartió Morín.

 

El análisis fue clave para Padilla. “Con la metodología de Diálogo informado, quienes participamos en la investigación sobre el método FAS pudimos desmenuzar esos datos y examinarlos por aspectos. Eso generó discusiones de nivel, elaborando resultados e indicadores para tener una propuesta de política desde la evidencia”, explicó.

 

González considera que hizo falta tiempo para estudiar a mayor profundidad la aplicación del Método FAS: “El método es extenso y requiere más tiempo. No lo conozco tan ampliamente, me hubiera gustado que se brindara herramientas de cómo está estructurado, y cuál es la mejor manera en la que se usa, porque como maestra lo aplico de acuerdo a lo que hemos ido conociendo”.

 

Después de seleccionar los hallazgos claves los participantes identificaron, mediante una encuesta, las prioridades para seguir adelante: votaron por cinco hallazgos claves que consideraban prioritarios en términos de prácticas positivas y por cinco desafíos que demandaban atención.

 

Estos fueron algunos:

 

 

 

Sinergia 

 

Al finalizar, los y las participantes coincidieron que esta discusión es un buen punto de partida para hacer propuestas de cambio.

 

“El gran valor que veo en los Diálogos informados es que es una plataforma en la que hay la oportunidad de escuchar personas con diferentes perspectivas y desde el propio conocimiento acumulado intercambiar la experiencia y las buenas prácticas en la lectoescritura. También favorece la construcción de alianzas, redes donde se puede enriquecer el conocimiento y de manera informada se pueden proponer mejoras a las políticas educativas” señaló Morín.

 

Sandra Ruiz, Máster en Educación con experiencia en el ámbito educativo y actual directora del Departamento de Educación de la UCA, agradeció a los participantes y facilitadores por “permitir este espacio y darle la oportunidad a nuestro país Nicaragua, y a nuestra región, la posibilidad de discutir, de hacer una construcción colectiva sobre los resultados de una investigación para que todos los actores que estamos en el camino por la calidad de la educación podamos tener mayor comprensión de estos resultados”.

 

Por su parte, Padilla indicó que lleva nuevos aprendizajes a su comunidad: “Yo tenía un vacío en la lógica de las habilidades lectoras con énfasis en la comprensión lectora y la fluidez, y con el análisis de aspecto por aspecto de lo que estaba en los datos quedé clara. Además, reconocí el valor de contar con recursos en el aula para el aprendizaje de las habilidades del Método FAS, aprendí que si los docentes tuviesen recursos los resultados serían mejores. Sin embargo, estos recursos no son tan útiles sin la capacitación y formación docente. Validé que es necesaria la formación y capacitación a docentes sobre el Método FAS y que nunca es mucha sino pertinente”.

 

Los datos enriquecieron los aprendizajes y las propuestas realizadas. “A partir de la metodología yo logré construir conocimientos: aprendí a identificar y redactar hallazgos claves; entendí que todo niño y niña que cursa preescolar tendrá mejores resultados en los primeros grados; aprendí que la preparación y dominio de los docentes acerca del Método FAS ayudará a obtener un aprendizaje de calidad”, enfatizó González.

 

Próximos pasos

 

Partiendo de que todos y todas tenían alguna posibilidad de mejorar FAS para que niños y niñas aprendan mejor, en mayo se reunió un pequeño comité para establecer un plan de acción colectivo con base en los diez hallazgos consolidados de las sesiones.

 

La pregunta era: ¿cómo transformamos esto en cambio? Se reunieron en tres grupos: docentes y directores(as); técnicos(as) y miembros de ONG; académicos(as) e investigadores(as). Revisaron cada hallazgo clave e identificaron la manera de influir.

 

Entre las acciones seleccionadas están realizar una campaña de comunicación, elaborar documentos de modo coordinado (Resumen de política sobre multigrado y Recomendaciones de práctica sobre el Método FAS), recolectar materiales y promover ambientes letrados.

 

El camino continúa y los compromisos tienen rostros y espacios concretos. “Desde los diferentes actores podemos ir construyendo propuestas y alternativas en conjunto. Se requiere pensar en las niñas y niños y cómo ellos y ellas van aprendiendo. Hablar de calidad educativa implica integrar a todos los actores y generar evidencia y validez”, dijo Padilla.

 

“Me parece que debe ser una práctica que se adopte en Nicaragua entre actores claves. Es enriquecedora porque no solo aprendemos y construimos conocimiento, sino que también se desarrollan procesos de investigación y de intercambio de ese conocimiento. Creo que se puede ampliar esta discusión y divulgar hacia un círculo más amplio de actores claves, para de manera conjunta seguir aportando a la mejora continua de la educación”, indicó Morín.

 

“Esta actividad me permite fortalecer los hallazgos encontrados en nuestro Centro de estudio para mejorar la calidad de la enseñanza”, aseguró González.

 

Durante 2021 y 2022 se dará seguimiento a los compromisos para ver los cambios que este Diálogo Informado genera.

 

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